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21 abr 2007

Ciudad Universitaria: una urbe ecológica con arquitectura viva

Esto es Ciudad Universitaria


Es indudable que el conjunto de la Ciudad Universitaria, en
pleno siglo XXI, continúa siendo una de las obras más emblemáticas de la
arquitectura mexicana contemporánea.


Inmersa en la segunda megalópolis más grande y habitada del mundo, Ciudad Universitaria, sede principal de la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, es tal cual una urbe casi independiente de la capital mexicana.

Es indudable que el conjunto de la Ciudad Universitaria, en pleno siglo XXI, continúa siendo una de las obras más emblemáticas de la arquitectura mexicana contemporánea; significa una de sus experiencias más ricas, complejas, plenas, logradas, y representa con muchos méritos y dignidad la institución educativa más importante del país.

Uno de los cambios más trascendentes que vivió la Universidad Nacional Autónoma de México fue, sin duda, su reubicación en el sur de la Ciudad de México a partir de 1952.

Pero el transplante de la Universidad a la Ciudad Universitaria no podía tomarse como un mero traslado, o como una simple realización arquitectónica. Hubo entonces que plantear y que afrontar un problema de planificación que consideró los factores físicos, humanos y económicos. Porque en sí lo que se construyó es una verdadera ciudad, una ciudad de la enseñanza y del saber.

El genuis loci de la Ciudad Universitaria


Para la congestionada urbe, la presencia de CU
es como un oasis en medio del desierto.

En el mundo de la teoría arquitectónica existe un concepto que evoca directamente con la pertinencia de las construcciones urbanas y su efecto sobre el medio natural donde éstas se conciben. Se le conoce como genius loci, es oriental y quiere decir “el espíritu del lugar”.

La doctrina china de Feng Shui[1] define el modo de construir los edificios y las ciudades, de utilizar la tierra y los recursos naturales para "evitar la modificación del paisaje, de forma que no se alteren las influencias energéticas que sustentan la vida y sus leyes de funcionamiento".

En un sentido natural-espacial, la orientación respecto al genius loci implica la definición, mediante la arquitectura y el urbanismo, de una relación experimental con el entorno geográfico, climático y geomorfológico, y con la flora y la fauna característica de la zona en cuestión.

Hoy en día, la orientación respecto al genius loci supone relacionar la arquitectura y el urbanismo con la historia de un lugar determinado. Así, el genius loci significa considerar la ciudad y los barrios que la componen como una herencia viva del pasado. Los edificios deben integrarse conscientemente como eslabones en la cadena de la historia.

Esta teoría oriental encuentra lugar para su exposición en la mismísima Ciudad de México, porque la Ciudad Universitaria es un ejemplo pomposo de la combinación de un concepto urbanístico funcional, artístico y ecológico.

Para muestra basta un botón: El sitio elegido para la construcción de la Ciudad Universitaria fue el conjunto de lava petrificada del volcán Xitle, que se le conoce como Pedregal de San Ángel. “Al aliento templado del clima se formaron pequeños valles, crestas y cañas de rocas, y las minúsculas cascadas y corrientes donde han visto la luz una fauna y floras ricas, diversas y únicas”.[2]

Lilia M. Guzmán, académica de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, se refiere al Pedregal de San Ángel como un medio natural vivo, pero latente, a la espera de ser admirado: “La belleza del Pedregal no es esplendente ni atractiva a primera vista; es dinámica y cambia de acuerdo a las estaciones del año, pero siempre es modesta, casi tímida: se la tiene que descubrir”.[3]

Sin embargo, la sabiduría y acierto radican en que esa condición geológica de piedra volcánica se acepta, se trabaja y se expone. Se trabaja y se expone en primera instancia a través de la modelación del terreno, en la conformación de terrazas y plataformas, de escalinatas y muros de contención y en el manejo de pavimentos y basamentos de piedra brasa (los frontones, por ejemplo).

De hecho, – y tal vez sería obvio resaltar – el terreno y el sitio, en la condición geológica del Pedregal, son los elementos paisajísticos que mayormente configuran el paisaje de la Ciudad Universitaria.

En el contexto de la imagen de la Ciudad de México, la presencia de la Ciudad Universitaria se lee clara y vigorosamente , señalada por el hito vertical de la Torre de Rectoría y el contrapunto horizontal del Estadio Universitario, cuyas explanadas abren un amplio espacio que la anuncia. Para la congestionada urbe, la presencia de CU es como un oasis en medio del desierto.



Obra visionaria que cumple con su cometido


Para el proyecto de la Ciudad Universitaria se
invitaron a grupos de arquitectos e ingenieros, los mejores en su
momento.

Sobre una superficie de 700 hectáreas, Ciudad Universitaria fue en su momento un ''proyecto visionario" resultado de la conjunción afortunada entre el interés cultural, el académico, el político y la lucha de los universitarios para que se construyera.

Para el proyecto de la Ciudad Universitaria se invitaron a grupos de arquitectos e ingenieros, los mejores en su momento, para que trabajando coordinada y colectivamente, lo volvieran realidad. Se plantearon criterios de diseño, de materiales y compositivos, de tal suerte que se lograra la unidad del conjunto.

Para Raúl Fernández Rangel, haber participado en el proyecto de CU significa no sólo la trascendencia de la calidad del complejo y las dimensiones materiales de la construcción, sino también el orgullo de saber desde ese entonces, que “el campus” haría que los alumnos se integraran en una comunidad en la que coexistirían la unidad fraternal universitaria y la diversidad en todos los sentidos.

Icono de la tradición arquitectónica de México


He conocido muchos campus universitarios y
estoy convencido de que el nuestro es el más espléndido y bello, de lo cual
debemos estar orgullosos los mexicanos.

La realización del diseño y ejecución física de la Ciudad Universitaria representan una experiencia singular de gran trascendencia, que no se ha vuelto a repetir con la misma calidad de resultados en el ámbito de nuestra arquitectura.

CU es además un complejo urbano que refleja claramente la identidad arquitectónica de México, tanto, que se asemeja bastante a las construcciones prehispánicas, donde elevadas construcciones ceremoniales, de gobierno, de ciencia, deportivas y habitacionales convivían con y entre el paisaje natural.

Así también lo valora, el arquitecto Felipe Leal, coordinador de Proyectos Especiales de la UNAM. Por los grandes espacios abiertos, las explanadas que hay entre los edificios, evoca ciudades antiguas como Monte Albán, Xochicalco y otras zonas arqueológicas. “Sólo en México pudo haberse hecho una Ciudad Universitaria de esta naturaleza”, considera el Arquitecto.[4]

Se trata de una extraordinaria síntesis entre la tradición arquitectónica del México antiguo, la artesanía del muralismo mexicano de los años 50s y el racionalismo arquitectónico del México moderno, factores que la hacen única.

El arquitecto Ramón Torres Martines, que fungió como coordinador de la construcción de la Facultad de Medicina, aún recuerda con afecto aquellos años en los que en colaboración con los universitarios más ilustres de ese entonces, fue partícipe del éxito del gran proyecto arquitectónico.

A partir de ese entonces, asegura Ramón Torres, su vida ha estado íntimamente ligada con la de la Universidad. “He conocido muchos campus universitarios y estoy convencido de que el nuestro es el más espléndido y bello, de lo cual debemos estar orgullosos los mexicanos. Felicito a todos los que participaron en su creación”.[5]



Los murales y el paisaje urbano


La Biblioteca Central es el edificio más
fotografiado de la arquitectura mexicana del siglo XX.


Sería interesante imaginar el campus central de CU sin murales. ¿Sería como cualquier otro espacio urbano de la modernidad?, ¿Si la biblioteca central estuviera cubierta de piedra o cerámica, sería el hito que ha sido en las imágenes del modernismo mexicano?

Nada más para darnos cuenta de la primacía que llegan a ocupar los murales en el complejo de CU, podemos mencionar el caso de la Biblioteca Central, que es el edificio más fotografiado de la arquitectura mexicana del siglo XX: “Es el que más aparece en libros, revistas, diccionarios y otras publicaciones”.
[6]

Centinela de una reserva ecológica urbana


¿Cómo se concibe una Reserva Ecológica inmersa
en la segunda megalópolis más grande y habitada del mundo y que además es una de las más contaminadas del planeta?

La UNAM es la única universidad en el mundo en poseer una Reserva Ecológica dentro de su propio campus. No es una tarea fácil si consideramos que coexiste en uno de los sistemas urbanos más complejos y contaminados del mundo: la Ciudad de México.

¿Cómo se concibe una Reserva Ecológica inmersa en la segunda megalópolis más grande y habitada del mundo y que además es una de las más contaminadas del planeta? Según numerosos estudios atmosféricos, la Ciudad de México aparece con frecuencia entre las más contaminadas del mundo.

En los años 80s, la Ciudad de México y su zona conurbana vivieron uno de sus mayores crecimientos poblacionales, con casi 15 millones de habitantes y claros procesos de deforestación de bosques, destrucción de ríos y de ecosistemas como el Pedregal.
Ante esta situación, un grupo de universitarios de la Facultad de Ciencias inició un movimiento para proteger el último reducto de vegetales y de fauna del Pedregal de San Ángel dentro de la Ciudad Universitaria. Las gestiones y negociaciones rindieron sus frutos después de varios meses, cuando se logró que las autoridades universitarias declararan en septiembre de 1983 una “Zona Ecológica Inafectable”.

De esta forma, la zona es declarada Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel de Ciudad Universitaria y actualmente cuenta con una superficie de 237 hectáreas. “Quienes conocen y trabajan en la reserva coinciden en que cualquier construcción hecha en CU requiere de un estudio de impacto ambiental, porque éste determinará si se lleva a cabo o no”, asegura el Biólogo Gerardo Carreón.
[7]
El Jardín Botánico Exterior, dependiente del Instituto de Biología, es uno de los sitios más ilustrativos de la labor de investigadores y autoridades, por mantener un área que representa una zona de amortiguamiento para la reserva.

A pesar de ser un lugar pequeño y de encontrarse en una zona urbana, existe en la reserva una gran diversidad biológica. De hecho, México es uno de los 12 países que alberga cerca del 10 por ciento de la biodiversidad mundial y la reserva cuenta con el dos por ciento de esta riqueza ambiental.

De este modo, el patrimonio artístico de la Ciudad Universitaria comprende la composición urbanística, la integridad arquitectónica y la conservación de la reserva ecológica en el campus.

Además, inmersa en la Reserva ecológica, una obra rescata el espíritu de la Ciudad Universitaria y vuelve en parte a dignificar el concepto: el Espacio Escultórico, obra monumental que fue erigida para conmemorar los cincuenta años de autonomía universitaria.

Para concluir, diremos que después de la primera etapa de construcción de la Ciudad Universitaria – la zona del campus o las islas – vinieron otras. Estas obedecieron a un impulso también funcional, pero siguieron preceptos de otra época. Ser funcional en las décadas siguientes fue inconcebible sin los vehículos automotores que sirven hasta la fecha para transportar internamente a poco más de seis veces más el cupo de CU.

¿Cómo justificar la conservación de la reserva de la Ciudad Universitaria ante los propios universitarios y los habitantes de la Ciudad de México, frente a la enorme demanda de espacios educativos, de investigación y de vivienda? La respuesta la encontremos quizás al entrar o salir de CU y mirar a nuestro al rededor para darnos cuenta de que somos nosotros quienes necesitarnos justificarnos ante la Madre Naturaleza.



Notas:

[1] Feng Shui es una práctica de origen chino que interpreta los flujos de energía de tiempo y espacio en la naturaleza para asegurar la armonía de las construcciones humanas con su entorno. Ekhart Hahn, La reestructuración Urbana Ecológica, habitad.aq.upm.es
[2] Lilia M. Guzmán de Ocampo, La arquitectura de la Ciudad Universitaria, p. 33
[3] Ídem, p. 34
[4] Entrevista a Felipe Leal por Arturo García Hernández en La Jornada, Julio de 2005: www.jornada.unam.mx
[5] Testimonio de Ramón Torres Martines, en: Gustavo López Padilla, “Significados y aportaciones del proyecto de Ciudad Universitaria”, en la revista Bitácora Arquitectura.
[6] Entrevista a Felipe Leal por Arturo García Hernández en La Jornada, Julio de 2005: www.jornada.unam.mx
[7] Gerardo Carreón, director de ParkWach México, organización no gubernamental internacional dedicada a la conservación de la biodiversidad. (Gerardo Carreón, CU, riqueza olvidada, www.imacmexico.org, Abril de 2007)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estuve viendo a grandez rasgos tu blog y me pudo fascinar! algunas de tus fotos son excelentes. Creo que eres una persona super interesante. Una charla contigo sería seguramente aumentar mi breviario cultural al máximo jejeje buneo espero esto no te haga sentir en las nubes he? y ARRIBA LA UNAM!!!

Sara dijo...

Una de las más lindas carerras que uno puede encontrar hoy en día me gustaria en algún momento tomarme un tiempo y poder decidir que carreras universitarias son mejores para mi.