Para visualizar mejor este blog presiona F11, cuando ya no presiona nuevamente F11

30 abr 2007

Aforismo sobre el dolor y su sensación placentera

Si siento dolor, es que aun estoy vivo; la felicidad solamente la valoramos en el recuerdo y en el anhelo. Rara vez la apreciamos en el presente. El dolor es lo único netamente positivo en la vida. Gracias al dolor valoramos el hecho de estar vivos.

También vivimos a expensas del dolor de los demás. Si sabemos de alguien que ha muerto, pesamos de inmediato, ¡yo sigo vivo!

El dolor que he llegado a experimentar lo puedo describir de la siguiente manera: Recorre el corazón, los brazos, las muñecas y las palmas de las manos, suele iniciarse más bien en la garganta, baja por el pecho, y cuando toca el corazón, se comparte con los brazos. Puedes extenderlos y mirar las palmas de tus manos, los dedos, miras a tu pecho, tocas tu corazón y lo sientes latir físicamente. Sin embargo, no das crédito a la sensación que realmente estás sintiendo. He meditado en que tal vez puede rayar en lo sobrenatural.

Pero a veces ese sentir se vuele exquisito, ¿sabes?, razonas en lo que te ha provocado eso y te cuestionas ¿qué? ¿qué es lo que detona dentro de mi que culmina en esta sensación, que no termino de divagar en que si es placentero o simplemente intolerable?

Alguna vez pensé en la hipótesis de que este es el dolor que Jesús sintió cuando estaba clavado en la cruz. Pero siendo de esta forma, haría falta un tiro de gracia y sentir algo así como un remate de dolor más abajo del pecho. Por la flecha que le enterraron para ver si ya había muerto. Alo mejor ya estaba muerto, por eso no sentimos esa “puñalada de gracia”.

El dolor que arriba refiero no es igual al tacto físico que un niño siente cuando ha caído; es el sufrimiento que se manifiesta en nuestras entrañas ordenado desde el mismísimo interior de nuestro ser.

No hace mucho me dijeron: “Estás lleno de odio, alguna vez podrías matar a alguien”. Contesté: “Es buena señal, indica que no estoy vacío”. Eso mismo pienso del dolor. Se expresa cuando sentimos que no somos nada. Duele y en ese instante sabemos que continuamos vivos.

Curiosamente en ese preciso instante, cuando nos enteramos de que eso es precisamente estar vivo, mucha gente decide suicidarse. “El dolor es vida, mejor no quiero estar vivo”.

Siendo de esta forma, el dolor nos hace recordar que sentimos, palpamos, que vivimos. Nos advierte una y otra vez, que somos seres sujetos sine qua non a las leyes de la naturaleza. Nadie se escapa al dolor. Porque sé que el dolor del que te hablo es igual en todos, y todos lo experimentamos de alguna manera.
En sí, ese dolor, si lo contemplamos, puede tornarse agradable. Lo sé, es una incoherencia.

También me pregunto si algún día sentiré el dolor de una bala. Mejor no pensar en eso.


25 abr 2007

El ser sociable

A causa de lo débil de su razón, las mujeres son toda su
vida niñas, sólo tienen ojos para lo más cercano y dan prioridad a pequeñeces
sobre los asuntos verdaderamente importantes... Arthur Schopenhauer

Algún día la novia de mi amigo me llamo antisocial, “inadaptado” fue más bien fue aquel adjetivo.
Maldita hembra ignorante, icono de la miopía intelectual que a las mujeres sólo les permite ver un poco más allá de sus narices, y de vez en cuando, dentro de sí mismas.

No afectó en nada mi autoestima, pero sí me dejó pensando gran rato en el veneno que aquel monstruo de la modernidad sobre mí había destilado.

De su nombre no me acuerdo, ¡qué importa!, sirvió de gancho para confirmar mi, en ese entonces apenas germinada teoría: Son, además de física, intelectualmente inferiores.

A varios años de aquella amarga experiencia, me he topado con un filosofo alemán - ya muerto por supuesto - que en sus tiempos reflexionó sobre lo que realmente significa la vida en sociedad.

Su nombre es Arthur Schopenhauer, en sus tiempos prácticamente desconocido y en la actualidad evocado como el filosofo pesimista.

Entre muchas otras cosas, habla de la soledad, donde en particular enfoco por ahora este mi breve pensamiento:


El ser humano es sociable porque aborrece la soledad. No nos soportamos a nosotros mismos y por eso buscamos compañía.

Entre más sociables somos, más vulgares nos aparentamos. Porque solamente un ser razonablemente inteligente puede soportarse solo.


- Pero yo soy muy sociable y no lo hago por no estar sola, tampoco me considero vulgar y soy muy inteligente. Dice una inocente mujercita.

- - ¿A sí?, Quédate sola un rato y dime cómo te sientes. De inmediato buscarás compañía. Le respondo con una caricia.

- - ¿Cómo sabes que haré eso? Me repela muy ingenua.


- - Porque de lo contrario no habrías cuestionado y más bien lo habrías reflexionado. Con paciencia intento explicarle.



Y dice textualmente Arthur Schopenhauer (Aforismos, p. 504):

"Lo que hace sociables a los hombres es su incapacidad para soportar la soledad, y con ella, a sí mismos. Es el hastío y el vacío interior lo que los empuja a buscar compañía y a emprender viajes."

Me agrada bastante la filosofía de vida de Schopenhauer, y hoy por hoy, también me considero pesimista. Ese es mi adjetivo, aunado a lo que ellas me quieran decir: cabrón, hijodelachingada, ojete, terco, grosero. Todas esas linduras que la dama pronuncia casi para todo mundo, claro está, muy en sus adentros.

24 abr 2007

Si ella sí, ¿yo por qué no?

Amigos de Internet, hoy cumplo 95 años. Me llamo María Amelia y nací en Muxía (A Coruña) el 23 de Diciembre de 1911. Hoy es mi cumpleaños y mi nieto como es muy cutre me regalo un blog. Espero poder escribir mucho y contaros las vivencias de una señora de mi edad.

Anda por ahí una viejita de 95 años que tiene un blog. Es española y dice que su nieto se lo regaló.

"Hoy día nos hacen a un lado y argumentan: tú que sabes; pero sé muchas cosas, porque he vivido mucho, tengo un sin fin de experiencias", dijo la anciana a un joven reportero. Hoy, gracias a la tecnología y a esa buena mujer, esas cosas se conocen en medio mundo.

Pocas personas me conocen más o menos bien, y saben de mis tendencias a odiar mujeres, misógino, pues. Les he dicho también, que no es un credo general, y que puesto que no todas las mujeres son iguales, una que otra ha de sobresalir.

A mis 80 años - porque no creo llegar siquiera a los 81 - seguramente seré un anciano gruñón y descarado, y diré cosas más o menos así: "ah, en mis tiempos las cosas eran mejor, al menos las mujeres se vestían y se distinguía su piel del maquillaje".

Amigos, si algo en la vida no les place, díganlo ahora, no se esperen a tener 95 años para opinar entre los relegados. No a todos nos darán espacio.

La suerte que corre esta anciana, primero, de seguir con vida, y luego, de usar este "aparatejo" - como seguramente lo llaman sus contemporáneos - no es la misma que correremos nosotros así como vamos.

Yo estoy admirada de este aparato. Admirada. Nuca pensé que podía llegar a existir esto. Si me lo dicen de niña, no lo creo.


Y escribe la señorita, en su blog, cosas que se leen así:
Estos días la verdad no tenía muchas ganas de hablar porque estaba muy agotada, y además no me salían así tan espontáneas las cosas. Porque ahora también me doy cuenta de que a veces no me acuerdo como se llama una cosa que quiero decir. No me sale en ese momento. Ya es la edad. Pero como no tengo ganas de ser vieja y lo soy, pero tengo un caracter alegre y me voy defendiendo de esta vejez tan repugnante.

Porque hay a quien le gusta mucho la vejez. No. La vejez es muy fea, se va uno desmoronando. Los dientes, los ojos, caen las pestañas, aquellos ojazos. Lo más bonito que queda es el pelo blanco que es muy bonito, pero lo demás...la cara es una pasa de arrugada, ni quiero mirarme al espejo.

Y contunúa más adelante:

No, yo no tengo amigas de mi edad porque todas me han muerto. Y además, algunas que quedan que son más jóvenes que yo, no congenio con ellas. Porque me dicen que yo soy...tu eres libre, te gustan las cosas modernas, y me tienen por media... que no que no, que no soy como ellas. No, yo no. A ellas le encanta seguir con aquella vida.

A mí no. A mi me gusta evolucionar. Cada vez que hay una cosa como este Internet que entretiene tanto y se aprende tantas cosas. Porque las malas, con no cojerlas, ya está. Como a mí las cosas soeces no me gustan, pues ya no las oigo. Pero todo lo demás...vamos... esto se aprende de todo, es un profesor de lo mejor, de lo mejor.

Ahora la mujer...ay que libertad tiene. Y yo ya llegué tarde, mal y arrastro, tan viejiña que soy. Yo quería estar en esta juventud.

Acá el weblog "a mis 95 años": http://postdata-ebg.blogspot.com/

21 abr 2007

Ciudad Universitaria: una urbe ecológica con arquitectura viva

Esto es Ciudad Universitaria


Es indudable que el conjunto de la Ciudad Universitaria, en
pleno siglo XXI, continúa siendo una de las obras más emblemáticas de la
arquitectura mexicana contemporánea.


Inmersa en la segunda megalópolis más grande y habitada del mundo, Ciudad Universitaria, sede principal de la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, es tal cual una urbe casi independiente de la capital mexicana.

Es indudable que el conjunto de la Ciudad Universitaria, en pleno siglo XXI, continúa siendo una de las obras más emblemáticas de la arquitectura mexicana contemporánea; significa una de sus experiencias más ricas, complejas, plenas, logradas, y representa con muchos méritos y dignidad la institución educativa más importante del país.

Uno de los cambios más trascendentes que vivió la Universidad Nacional Autónoma de México fue, sin duda, su reubicación en el sur de la Ciudad de México a partir de 1952.

Pero el transplante de la Universidad a la Ciudad Universitaria no podía tomarse como un mero traslado, o como una simple realización arquitectónica. Hubo entonces que plantear y que afrontar un problema de planificación que consideró los factores físicos, humanos y económicos. Porque en sí lo que se construyó es una verdadera ciudad, una ciudad de la enseñanza y del saber.

El genuis loci de la Ciudad Universitaria


Para la congestionada urbe, la presencia de CU
es como un oasis en medio del desierto.

En el mundo de la teoría arquitectónica existe un concepto que evoca directamente con la pertinencia de las construcciones urbanas y su efecto sobre el medio natural donde éstas se conciben. Se le conoce como genius loci, es oriental y quiere decir “el espíritu del lugar”.

La doctrina china de Feng Shui[1] define el modo de construir los edificios y las ciudades, de utilizar la tierra y los recursos naturales para "evitar la modificación del paisaje, de forma que no se alteren las influencias energéticas que sustentan la vida y sus leyes de funcionamiento".

En un sentido natural-espacial, la orientación respecto al genius loci implica la definición, mediante la arquitectura y el urbanismo, de una relación experimental con el entorno geográfico, climático y geomorfológico, y con la flora y la fauna característica de la zona en cuestión.

Hoy en día, la orientación respecto al genius loci supone relacionar la arquitectura y el urbanismo con la historia de un lugar determinado. Así, el genius loci significa considerar la ciudad y los barrios que la componen como una herencia viva del pasado. Los edificios deben integrarse conscientemente como eslabones en la cadena de la historia.

Esta teoría oriental encuentra lugar para su exposición en la mismísima Ciudad de México, porque la Ciudad Universitaria es un ejemplo pomposo de la combinación de un concepto urbanístico funcional, artístico y ecológico.

Para muestra basta un botón: El sitio elegido para la construcción de la Ciudad Universitaria fue el conjunto de lava petrificada del volcán Xitle, que se le conoce como Pedregal de San Ángel. “Al aliento templado del clima se formaron pequeños valles, crestas y cañas de rocas, y las minúsculas cascadas y corrientes donde han visto la luz una fauna y floras ricas, diversas y únicas”.[2]

Lilia M. Guzmán, académica de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, se refiere al Pedregal de San Ángel como un medio natural vivo, pero latente, a la espera de ser admirado: “La belleza del Pedregal no es esplendente ni atractiva a primera vista; es dinámica y cambia de acuerdo a las estaciones del año, pero siempre es modesta, casi tímida: se la tiene que descubrir”.[3]

Sin embargo, la sabiduría y acierto radican en que esa condición geológica de piedra volcánica se acepta, se trabaja y se expone. Se trabaja y se expone en primera instancia a través de la modelación del terreno, en la conformación de terrazas y plataformas, de escalinatas y muros de contención y en el manejo de pavimentos y basamentos de piedra brasa (los frontones, por ejemplo).

De hecho, – y tal vez sería obvio resaltar – el terreno y el sitio, en la condición geológica del Pedregal, son los elementos paisajísticos que mayormente configuran el paisaje de la Ciudad Universitaria.

En el contexto de la imagen de la Ciudad de México, la presencia de la Ciudad Universitaria se lee clara y vigorosamente , señalada por el hito vertical de la Torre de Rectoría y el contrapunto horizontal del Estadio Universitario, cuyas explanadas abren un amplio espacio que la anuncia. Para la congestionada urbe, la presencia de CU es como un oasis en medio del desierto.



Obra visionaria que cumple con su cometido


Para el proyecto de la Ciudad Universitaria se
invitaron a grupos de arquitectos e ingenieros, los mejores en su
momento.

Sobre una superficie de 700 hectáreas, Ciudad Universitaria fue en su momento un ''proyecto visionario" resultado de la conjunción afortunada entre el interés cultural, el académico, el político y la lucha de los universitarios para que se construyera.

Para el proyecto de la Ciudad Universitaria se invitaron a grupos de arquitectos e ingenieros, los mejores en su momento, para que trabajando coordinada y colectivamente, lo volvieran realidad. Se plantearon criterios de diseño, de materiales y compositivos, de tal suerte que se lograra la unidad del conjunto.

Para Raúl Fernández Rangel, haber participado en el proyecto de CU significa no sólo la trascendencia de la calidad del complejo y las dimensiones materiales de la construcción, sino también el orgullo de saber desde ese entonces, que “el campus” haría que los alumnos se integraran en una comunidad en la que coexistirían la unidad fraternal universitaria y la diversidad en todos los sentidos.

Icono de la tradición arquitectónica de México


He conocido muchos campus universitarios y
estoy convencido de que el nuestro es el más espléndido y bello, de lo cual
debemos estar orgullosos los mexicanos.

La realización del diseño y ejecución física de la Ciudad Universitaria representan una experiencia singular de gran trascendencia, que no se ha vuelto a repetir con la misma calidad de resultados en el ámbito de nuestra arquitectura.

CU es además un complejo urbano que refleja claramente la identidad arquitectónica de México, tanto, que se asemeja bastante a las construcciones prehispánicas, donde elevadas construcciones ceremoniales, de gobierno, de ciencia, deportivas y habitacionales convivían con y entre el paisaje natural.

Así también lo valora, el arquitecto Felipe Leal, coordinador de Proyectos Especiales de la UNAM. Por los grandes espacios abiertos, las explanadas que hay entre los edificios, evoca ciudades antiguas como Monte Albán, Xochicalco y otras zonas arqueológicas. “Sólo en México pudo haberse hecho una Ciudad Universitaria de esta naturaleza”, considera el Arquitecto.[4]

Se trata de una extraordinaria síntesis entre la tradición arquitectónica del México antiguo, la artesanía del muralismo mexicano de los años 50s y el racionalismo arquitectónico del México moderno, factores que la hacen única.

El arquitecto Ramón Torres Martines, que fungió como coordinador de la construcción de la Facultad de Medicina, aún recuerda con afecto aquellos años en los que en colaboración con los universitarios más ilustres de ese entonces, fue partícipe del éxito del gran proyecto arquitectónico.

A partir de ese entonces, asegura Ramón Torres, su vida ha estado íntimamente ligada con la de la Universidad. “He conocido muchos campus universitarios y estoy convencido de que el nuestro es el más espléndido y bello, de lo cual debemos estar orgullosos los mexicanos. Felicito a todos los que participaron en su creación”.[5]



Los murales y el paisaje urbano


La Biblioteca Central es el edificio más
fotografiado de la arquitectura mexicana del siglo XX.


Sería interesante imaginar el campus central de CU sin murales. ¿Sería como cualquier otro espacio urbano de la modernidad?, ¿Si la biblioteca central estuviera cubierta de piedra o cerámica, sería el hito que ha sido en las imágenes del modernismo mexicano?

Nada más para darnos cuenta de la primacía que llegan a ocupar los murales en el complejo de CU, podemos mencionar el caso de la Biblioteca Central, que es el edificio más fotografiado de la arquitectura mexicana del siglo XX: “Es el que más aparece en libros, revistas, diccionarios y otras publicaciones”.
[6]

Centinela de una reserva ecológica urbana


¿Cómo se concibe una Reserva Ecológica inmersa
en la segunda megalópolis más grande y habitada del mundo y que además es una de las más contaminadas del planeta?

La UNAM es la única universidad en el mundo en poseer una Reserva Ecológica dentro de su propio campus. No es una tarea fácil si consideramos que coexiste en uno de los sistemas urbanos más complejos y contaminados del mundo: la Ciudad de México.

¿Cómo se concibe una Reserva Ecológica inmersa en la segunda megalópolis más grande y habitada del mundo y que además es una de las más contaminadas del planeta? Según numerosos estudios atmosféricos, la Ciudad de México aparece con frecuencia entre las más contaminadas del mundo.

En los años 80s, la Ciudad de México y su zona conurbana vivieron uno de sus mayores crecimientos poblacionales, con casi 15 millones de habitantes y claros procesos de deforestación de bosques, destrucción de ríos y de ecosistemas como el Pedregal.
Ante esta situación, un grupo de universitarios de la Facultad de Ciencias inició un movimiento para proteger el último reducto de vegetales y de fauna del Pedregal de San Ángel dentro de la Ciudad Universitaria. Las gestiones y negociaciones rindieron sus frutos después de varios meses, cuando se logró que las autoridades universitarias declararan en septiembre de 1983 una “Zona Ecológica Inafectable”.

De esta forma, la zona es declarada Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel de Ciudad Universitaria y actualmente cuenta con una superficie de 237 hectáreas. “Quienes conocen y trabajan en la reserva coinciden en que cualquier construcción hecha en CU requiere de un estudio de impacto ambiental, porque éste determinará si se lleva a cabo o no”, asegura el Biólogo Gerardo Carreón.
[7]
El Jardín Botánico Exterior, dependiente del Instituto de Biología, es uno de los sitios más ilustrativos de la labor de investigadores y autoridades, por mantener un área que representa una zona de amortiguamiento para la reserva.

A pesar de ser un lugar pequeño y de encontrarse en una zona urbana, existe en la reserva una gran diversidad biológica. De hecho, México es uno de los 12 países que alberga cerca del 10 por ciento de la biodiversidad mundial y la reserva cuenta con el dos por ciento de esta riqueza ambiental.

De este modo, el patrimonio artístico de la Ciudad Universitaria comprende la composición urbanística, la integridad arquitectónica y la conservación de la reserva ecológica en el campus.

Además, inmersa en la Reserva ecológica, una obra rescata el espíritu de la Ciudad Universitaria y vuelve en parte a dignificar el concepto: el Espacio Escultórico, obra monumental que fue erigida para conmemorar los cincuenta años de autonomía universitaria.

Para concluir, diremos que después de la primera etapa de construcción de la Ciudad Universitaria – la zona del campus o las islas – vinieron otras. Estas obedecieron a un impulso también funcional, pero siguieron preceptos de otra época. Ser funcional en las décadas siguientes fue inconcebible sin los vehículos automotores que sirven hasta la fecha para transportar internamente a poco más de seis veces más el cupo de CU.

¿Cómo justificar la conservación de la reserva de la Ciudad Universitaria ante los propios universitarios y los habitantes de la Ciudad de México, frente a la enorme demanda de espacios educativos, de investigación y de vivienda? La respuesta la encontremos quizás al entrar o salir de CU y mirar a nuestro al rededor para darnos cuenta de que somos nosotros quienes necesitarnos justificarnos ante la Madre Naturaleza.



Notas:

[1] Feng Shui es una práctica de origen chino que interpreta los flujos de energía de tiempo y espacio en la naturaleza para asegurar la armonía de las construcciones humanas con su entorno. Ekhart Hahn, La reestructuración Urbana Ecológica, habitad.aq.upm.es
[2] Lilia M. Guzmán de Ocampo, La arquitectura de la Ciudad Universitaria, p. 33
[3] Ídem, p. 34
[4] Entrevista a Felipe Leal por Arturo García Hernández en La Jornada, Julio de 2005: www.jornada.unam.mx
[5] Testimonio de Ramón Torres Martines, en: Gustavo López Padilla, “Significados y aportaciones del proyecto de Ciudad Universitaria”, en la revista Bitácora Arquitectura.
[6] Entrevista a Felipe Leal por Arturo García Hernández en La Jornada, Julio de 2005: www.jornada.unam.mx
[7] Gerardo Carreón, director de ParkWach México, organización no gubernamental internacional dedicada a la conservación de la biodiversidad. (Gerardo Carreón, CU, riqueza olvidada, www.imacmexico.org, Abril de 2007)

5 abr 2007

El DF, Ciudad Wirefire para 2008

El proyecto de red beneficiaría también a los sistemas de video
vigilancia.

El Gobierno del Distrito Federal ha anunciado que para 2008 la Ciudad de México contará con servicio de Internet gratuito de banda ancha, el cual se espera que sirva además como red de vigilancia.

Según el diario Excélsior, como primer paso el Gobierno del Distrito Federal firmó un convenio con la empresa de origen chino ZTE para realizar el proyecto de red que beneficiaría también a los sistemas de videovigilancia, eliminando así el uso de la fibra óptica, que hasta hace cinco años constituía el material más avanzado para el flujo de las telecomunicaciones.

Con esto, la Ciudad de México pretende sumarse en 2008 a urbes como Nueva York, Barcelona y Tokio, que aplican la tecnología de red inalámbrica que permite, entre otras cosas, acceso directo a Internet en todo el territorio.

El GDF declaró para el mismo diario que para el próximo año estarán listas las adecuaciones para que la ciudad cuente con la red inalámbrica, que bien podrá ser wire fire, wire max o G3, y que incluirá además 4,000 cámaras de vigilancia.

Una vez entregado el proyecto se abrirá la posibilidad de que lo ejecute la
propia empresa china o cualquiera otra que se muestre interesada.

Este proyecto ya es una realidad en la Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, donde desde mayo de 2006 los universitarios disfrutan de este servicio gratuitamente a través de la Red Inalámbrica Universitaria RIU.

Para los estudiantes y académicos de Ciudad Universitaria la RIU ha superado sus expectativas y se ha convertido en una herramienta de trabajo hasta cierto punto indispensable. El servicio se amplió este año a otras cinco facultades externas CU.

Ojalá la Ciudad de México corra con la misma suerte y para 2008 ya contemos con Internet gratuito cuando salgamos al parque; este podría ser un uso simple, pero para muchos capitalinos el contar con este servicio podría cambiar su estilo de vida.