Alea jacta est

¿Alguna vez te ha pasado que haces algo sin pensarlo y luego cuando razonas te percatas de que tal vez estás cometiendo un error muy grave? Aceptas te encuentras en una encrucijada muy delicada, y sin embargo dices ¡alea jacta est!.

Alea Jacta Est es una locución latina que significa literalmente "la suerte está echada". Es muy común ver en novelas contemporáneas este tipo de frases latinas que hacen un poco más interesante la composición léxica del autor. Pero vallamos a la vida cotidiana:

Todo mundo, todo el tiempo, tiene más de tres propósitos que pretende cumplir "uno de estos días". Puede ser por ejemplo que una chica pretenda bajar de peso, un adolescente que quiere dejar de tomar o alguien como yo, que se me antoja cambiar de carrera cada tres meses.

Cuando son asuntos fáciles o intrascendentes, no es muy complicado decidir, sin embargo si se presenta el caso de tomar una decisión muy importante como lo es el matrimonio, la vida se complica en el momento en el que alguien tiene que decir "acepto", simplemente el proponerlo ya es una decisión muy difícil.

Si es una decisión acertada entonces la pareja va tratar de llevar una vida feliz por el resto de la vida, pero puede ser también una decisión mal tomada que afectará seguramente a más de una persona.

El matrimonio es un asunto muy delicado que cuando jóvenes creemos tener planeado en un proyecto de vida, sin embargo la gran mayoría de las familias existen porque al menos uno de los dos, el novio o la novia, o ambos, dijeron: ¡alea jacta est!

La historia está hecha de decisiones que muchos y pocos humanos han tomado azarosamente. Se dice, por ejemplo, que alguien que no tiene sueños es alguien que no tiene ganas de hacer mucho en la vida. ¿Qué hubiera sido de la vida de Cristóbal Colón si no se hubiese aventurado en la empresa de demostrar que la tierra es redonda?

¿Por qué no aprovechamos nuestros sueños y nos dejamos llevar por el azar de la vida? Total, la vida está entretejida por el azar. Simplemente pensemos en nuestra existencia: ¿Cómo es que existo yo aquí en este momento?.

En la vida existen tres tipos de seres humanos: los que quieren hacer algo, los que lo hacen y los que simplemente ven que los demás hacen.

Dejémonos llevar por el universal efecto mariposa y digamos ¡alea jacta est!