Magos

- Soy Janis Joplin
- No sé quién es Janis Joplin
- Yo soy Janis Joplin. Voy por una cerveza a la tienda, ¿vamos?

Esa tarde me hice amigo de Janis Joplin, y conocí a mi prima Margarita, Marga, Magos. "Yo creo para febrero me voy para el otro lado, ya hablé con Jacinta, nada más necesito arreglar algunas cosas que tengo pendientes". En ese momento noté que alguien aparte de mí, me estaba teniendo confianza. "¿y por qué me cuenta esto a mí?" según recuerdo que pensaba mientras iba analizando su conversación.

Esa tarde platicamos de muchas cosas, al final del día no lograba entender por qué ella me había tenido tanta confianza. Días antes Magos había estado frecuentando a mi mamá, platicaban un rato y entonces ella le pedía permiso de tomarse una chela; mi mamá siempre asentía. Si esfuerzo mi memoria, recuerdo vagamente que cruzaba cualquier diálogo con ella; se me hacía "chída" nomás.

No tenía nada que ver con mis otras primas desmadrosas que aparentaban lo buena onda pero que no dejaban de segregar veneno por donde se les viera. Ella era diferente, había algo en ella que desde ese día llamó mucho mi atención. Conocí a mi prima.

Durante los meces siguientes nos vimos mucho, ella siempre revelándome cosas que yo nunca había imaginado de ella, yo, escuchando y tratando de comprender por qué una mujer como ella, a tan corta edad, había vivido en tales circunstancias.

En cada conversación que teníamos era como descubrir uno a uno, nuevos personajes de una novela trágica. En todas ellas el tópico principal era el alcohol, marihuana, desmadres, reventones, arrepentimiento, soledad, mentira, familia, religión...

- ¿Y Magos?
- Está en AA

La mayoría de la familia la clasificaba como una borracha perdida, sin remedio, y sobre todo irresponsable, muy irresponsable por no tomar en cuenta la vida de su hijo. Sí, magos era madre soltera de un niño que tenía en ese entonces tres años, Moisés Bardoc.

Pero yo no vi en esa magos a una borracha perdida, sin remedio, irresponsable. No recuerdo haber visto en ella mas que la palabra "alcoholismo".

No la volví a ver hasta unos meses después, cuando me la encontré casualmente en la parada de la micro que me llevaba a mi casa. Yo venía de la prepa, ella, de AA. Evité a toda costa comentarios que le causaran incomodidad, platicamos de la familia, me platicó de ella.

Transcurrió otro periodo en el que ella y yo nos frecuentábamos para todo.

En ese entonces mi grado de consumo etílico se había elevado por los cielos, estaba inmerso en una de las depresiones más bajas que he tenido, sentía que no podía contarle a nadie lo que me pasaba, no encontraba remedio para mi realidad, estaba en un estado de inmersa confusión.

No soporté más, le comenté a Magos lo que tenía y lo que sentía. Me escuchó y contrario a lo que yo creía, me apoyó.

Me llevó a AA . Ahí conocí a gente con antecedentes psicológicos infinitamente lejanos a los que yo tenía. "No soy un alcohólico, definitivamente no soy un alcohólico, no soy uno de ellos, no soy como ellos".

En efecto, no soy y nunca lo fui como ellos; pero me ayudaron mucho y gracias a esas juntas en las que escuchaba que alguien en este mundo tiene más problemas que yo, me confortaba y me sentía con suerte de tener lo que tengo y de no haber pasado por esas amargas experiencias; comparaba mi vida y agradecía de no estar enfermo.

Margarita fue la única persona a la que tuve el valor de decir lo que sentía, con nombre y apellido. Ella nunca me criticó y siempre me ayudó a sentirme mejor.

Nos escuchábamos y comparábamos nuestras vidas, "son tan iguales, pensamientos tan iguales".

Desgraciadamente esa no fue la última vez que Magos pisó un centro de rehabilitación AA. Pero hoy en día es una gran mujer que reconoce su enfermedad, que lucha por la vida y que tiene muchas cosas por las cales luchar.

Hace tiempo que no la veo y no platico con ella, tal vez uno de estos días la visite, ojalá no surjan más excusas.